miércoles, 14 de agosto de 2013

Cuando era sirena me gustaba reír con los relámpagos, escuchar a las gaviotas y sumergirme sin permiso en el abismo.

Cuando llovía el cielo se convertía en un profundo océano, se volvía  lo mismo arriba y abajo.

La luz desciende...
del gris sigue el transparente?
soy nítida,
 luz muy muy clara.

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